Importante entender que “varietal” no es lo mismo que “variedad”.
En Argentina, el INV (Instituto Nacional de vitivinicultura que regula las leyes “vitivinícolas”) menciona que un vino se considera VARIETAL cuando está compuesto, al menos con el 85% de una sola cepa, el porcentaje restante “a completar”, en teoría no es relevante ya que no le aporta más que volumen sin perjudicar sus características sensoriales. Pero cuando una bodega decide que sea solo Malbec, no dudan en hacérselo saber al consumidor, aquí el marketing aprovecha la etiqueta de la botella sellándola con un 100% Malbec.
Eterna duda, si es mejor uno 100% o uno 85%. Para quién recién comienza en el mundo del vino, seguramente el 100% es más convincente, pero hay muchas muestras donde el 85% supera ampliamente las expectativas.
En todas las regiones “vínicas” de Argentina, se elaboran más cantidad de vinos varietales qué sus “antónimos” los genéricos. No tan solo por cuestiones de mercado sino también porque tenemos grandes superficies implantadas con las misma variedad de uva.
Como la mayoría de las uvas son de origen europeo, vamos a encontrar que todos los vinos varietales responden a las cepas de las que provienen sin “traducirlas” al idioma español, aunque hay ciertos lunfardos que se van posicionando en el léxico de los argentinos “me tomé un malbequiano”, “Ayer me castigue con un malbé”, “servime un bienbec de esos que son tan ricos”
¿de qué otra forma has escuchado llamar a los varietales?